martes, 29 de diciembre de 2020
El pesimismo defensivo
La sociedad actual nos trasmite que lo bueno es lo positivo, la empatía, el optimismo. Pues bien, esto no siempre es así. He venido defendiendo el concepto de ecpatía frente a la empatía y hoy os traigo el pesimismo defensivo como una estrategia de afrontamiento válida. Este término fue acuñado por Julie Norem y Nancy Cantor de la Universidad de Michigan en el año 1986. Como hemos dicho, se trataría de una estrategia de afrontamiento en la que los individuos establecen unas expectativas bajas ante una tarea, a pesar de haber solucionado otras tareas similares con éxito. El establecer unas expectativas bajas ayudaría a amortiguar el fracaso y, normalmente, el desempeño en la tarea suele ser bastante mejor que el que se plantean los propios individuos en un principio. Las personas que usan esta estrategia analizan qué es lo que puede salir mal y ponen lo medios para que no suceda. Este pesimismo es positivo para quien lo utiliza, ya que le sirve para prepararse ante eventos estresantes. Julie Norem utiliza la metáfora que denomina harnessing anxiety que podemos traducir como "aprovechando la ansiedad". Al contrario que el optimismo, el pesimismo defensivo se presenta como una especie de análisis del peor de los casos y ensayo mental de técnicas para evitarlo. De hecho, es una estrategia excelente para las personas ansiosas. Un proverbio inglés del siglo XVI dice "espera lo mejor, prepárate para lo peor y acepta lo que venga". Como dice Julie Norem, un buen pesimista defensivo se enfrenta a su ansiedad y persevera.
Norem, J. K. (2001). Defensive pessimism, optimism, and pessimism.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)