martes, 30 de marzo de 2021

Los tics como reacciones parcialmente voluntarias y el control motor

Las personas con síndrome de Tourette comunican a veces que son capaces de retener temporalmente o suprimir los tics. Esto sugeriría que existe un control volitivo parcial, es decir, que los tics serían reacciones semivoluntarias a ciertos impulsos premonitorios. Como ya hemos comentado en otras entradas de este blog, en la generación de tics están implicadas conexiones anómalas dentro de los circuitos cortico-estriato-tálamo-corticales, es decir, de los circuitos que van a la corteza cerebral, al cuerpo estriado (ganglios basales), al tálamo y de vuelta. Aquí os dejo un pequeño esquema de cómo sería el control motor superior y otro esquema de los circuitos motores.
Los estudios de imágenes funcionales muestran que cuando se intenta suprimir un tic, hay una mayor actividad de la corteza prefrontal lateral, especialmente en la circunvolución frontal inferior, así que estaría implicada en la inhibición voluntaria del tic. La circunvolución frontal inferior o IFG (del inglés) es la zona sombreada en amarillo en este esquema:
El área premotora suplementaria o preSMA (del inglés) es también fundamental para la inhibición de la acción, interactuando con la IFG para modular la activación de los ganglios basales.
Por tanto, como concluyen la doctora Charlotte L. Rae y su equipo de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sussex (Reino Unido), las personas con síndrome de Tourette usan los mismo procesos neuronales para la supresión de tics que los que usan las personas sin tics cuando deciden retener acciones. No obstante, requerirían una mayor participación de la IFG que las personas normotípicas para superar el impulso motor. La fuerza de la interacción entre las regiones de planificación motora prefrontal y cortical (IFG/preSMA) con los núcleos de los ganglios basales, determinaría la gravedad de los síntomas del síndrome. Los pacientes con peores sensaciones premonitorias mostraron mayor conectividad entre preSMA y los núcleos subcorticales (ganglios basales) implicados en la generación de tics. Otro dato curioso de esta investigación es que los investigadores identificaron hiperactividad de la corteza insular y una fuerte conectividad entra la ínsula y las áreas motoras cuando las personas con Tourette ven caras, por lo que la ínsula podría desencadenar la expresión de tics durante la estimulación social. La corteza insular está relacionada con el sistema límbico, estando implicada en las experiencias emocionales subjetivas, entre otras cosas. En la siguiente imagen, se puede ver la localización de la ínsula en el cerebro.
 

Fuente: Charlotte L Rae, Jim Parkinson, Sophie Betka, Cassandra D Gouldvan Praag, Samira Bouyagoub, Liliana Polyanska, Dennis E O Larsson, Neil A Harrison, Sarah N Garfinkel, Hugo D Critchley, Amplified engagement of prefrontal cortex during control of voluntary action in Tourette syndrome, Brain Communications, Volume 2, Issue 2, 2020, fcaa199, https://doi.org/10.1093/braincomms/fcaa199