En la revista online Psychiatrist.com aparece un artículo muy interesante que habla sobre la capacidad de diagnosticar el autismo basándose en la forma de hablar que utilizan las madres con los bebés o “Motherese” Baby Talk, que podríamos traducir como “charla maternal”. Concretamente, se trata de seguir el movimiento de los ojos de los niños pequeños mientras escuchan la charla maternal. Este método ha sido desarrollado por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego. Los niños pequeños prestan mucha atención al habla de sus madres, mientras que el rango de atención de los pequeños con autismo varía desde prestarle plena atención hasta ignorarla por completo. Los investigadores diagnostican TEA en aquellos niños que se fijan en la charla maternal menos de un 30% del tiempo. Los niños con autismo por encima de este porcentaje tienen mejores habilidades sociales y lenguaje. Ya se sabía que el estilo de lenguaje que emplean las madres con los niños pequeños estimula tanto la atención como el aprendizaje. También se conocía que ayuda a desarrollar habilidades lingüísticas y emocionales, pero los autores no pueden definir si el hecho de prestar menos atención a la charla de sus madres es la causa o un síntoma de los problemas de sociabilidad. De lo que no cabe duda es de que es un marcador muy interesante y yo estoy muy interesada es saber cómo se comportaría en otros trastornos del neurodesarrollo.
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