La minociclina es un antibiótico que se prescribe en casos de acné grave y enfermedades respiratorias, entre otras, pero se está estudiando la posibilidad de poder utilizarlo en el autismo. La razón es que existen investigaciones que señalan que podría tener efectos en el sistema nervioso central, debido a que es capaz de modular la producción de factores de crecimiento neurotróficos
(Pardo et al., 2013), es decir, factores que favorecen el crecimiento, diferenciación y supervivencia de las neuronas. Existe un estudio de la Universidad de California en Riverside, llevado a cabo por Rotschafer y colaboradores (2011), en el que se testaba la minociclina en un modelo de ratón para X-frágil. Tras un tratamiento de cuatro semanas, estos ratones mejoraban en sus vocalizaciones ultrasónicas, que es un aspecto de su comportamiento de apareamiento, hasta niveles normales.
|
Estructura de la minociclina. Edgar181 [Public domain], from Wikimedia Commons |
El 7 de noviembre se publicó en
Autism Eye que una asociación estadounidense,
Autism Speaks, investigará esta posible vía de tratamiento. Esta asociación colabora con hospitales y universidades de todo Estados Unidos. En este caso, el estudio está liderado por la doctora Wink, profesora de Psiquiatría del Hospital Infantil de Cincinnati. La empresa Quadrant BioSciences ha desarrollado un test de saliva para diagnosticar el autismo que será utilizado por los investigadores en este estudio.