jueves, 29 de noviembre de 2018

Pioglitazona y autismo

La pioglitazona es otro de esos medicamentos que se usa para otra cosa pero resulta que podría utilizarse para los TEA. Concretamente, es un fármaco que se usa para el control de la diabetes tipo II porque ayuda a reducir los niveles de glucosa elevados en sangre. En realidad, se trata de un agonista de PPAR-gamma (receptor de peroxisoma proliferador activado Gamma), que a su vez es un receptor que modula la sensibilidad a la insulina, pero también tiene efectos antiinflamatorios. Afecta a la activación del receptor NMDA de glutamato, lo que está muy relacionado con el TEA (sobre todo porque el glutamato es uno de los neurotransmisores más abundantes en el sistema nervioso).


El receptor de NMDA está implicado, entre otras muchísimas funciones, en la muerte neuronal, lo que está relacionado con varias enfermedades neurodegenerativas crónicas, como la enfermedad de Parkinson o el corea de Huntington, además de la enfermedad de Alzheimer.

Flores-Soto y col. (2012) https://doi.org/10.1016/j.nrl.2011.10.014

En un estudio que acaba de publicarse en Molecular autism, Capano y sus colaboradores del Hospital Infantil de Rehabilitación Holland Bloorview y la Universidad de Toronto, encontraron que se produce una mejora significativa del comportamiento repetitivo, mientras que en aislamiento social, hiperactividad e irritabilidad, el tamaño del efecto es menor. 

10.1186/s13229-018-0241-5

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