Gracias a las restricciones sociales impuestas por la pandemia de COVID-19, un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford ha estudiado cómo se ven influenciadas las experiencias de victimización y agresión por periodos de interacciones sociales restringidas en niños de entre 4 y 10 años de Reino Unido. Hemos comentado en otras entradas que las experiencias tempranas de victimización y agresión pueden tener un impacto perjudicial en la salud mental. Esto es así tanto para las víctimas como para los perpetradores. Los autores mencionan un estudio previo de más de 6000 niños canadienses en edad escolar, en el que el 66% de los estudiantes de primaria informaron que habían sido acosados antes de la pandemia, mientras que esta cifra se redujo al 48% durante ésta. Los autores del actual estudio encontraron que los niños que presentaron problemas de salud mental durante el cierre de los colegios por COVID, tenían más riesgo de sufrir victimización pero no agresión entre sus pares al regreso a éstos. Sufrir problemas con los compañeros de clase no predijo problemas de salud mental posteriores, pero entre el 16 y el 17% de los niños sí presentaron problemas con los pares y problemas de salud mental posteriores. Esto podría estar relacionado con factores como conflictos familiares, necesidades educativas especiales, bajo nivel económico, angustia de los padres o falta de amistades. Por lo tanto, los autores apuestan por aumentar el apoyo a la salud mental durante los periodos de aislamiento para prevenir problemas posteriores con los compañeros.
Para saber más:
Holst, C. G., Oncioiu, S. I., Creswell, C., & Bowes, L. (2023). What Happens to Children’s Mental Health and Peer Relationships During Periods of Restricted and Unrestricted Social Interactions? Results From the Co-SPACE Study in Primary School-Aged Children. JAACAP Open.