Se está escuchando últimamente que el brécol ó brócoli tiene algún beneficio para el autismo. Pues según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins de Baltimore y del Hospital General de Niños de Massachusetts, resulta que esta verdura contiene sulforafano, sustancia de la cual ya se había descubierto que podría impulsar las defensas del organismo frente al estrés oxidativo, la inflamación, y el daño en el ADN. Dos terceras partes de los individuos con autismo que participaron en su estudio, a los que se administró esta sustancia, mostraron mejoras en los síntomas comportamentales del autismo. Como se ha visto que los síntomas comportamentales de autismo mejoran con la fiebre, estos investigadores pensaron que si el sulforano puede inducir en las células una respuesta similar a la que se produce con la fiebre, los síntomas podrían mejorar.
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