Los días 20 y 21 de noviembre tuvo lugar en Madrid el VIII Congreso Internacional de la Fundación Síndrome de West "Puesta al día en epilepsia y autismo", y la ponencia sobre comorbilidades del TEA corrió a cargo del doctor Jorge Vidaurre, neurólogo pediatra, director del programa de Neurofisiología Pediátrica y director del laboratorio de EEG en el National Children's Hospital de la Universidad de Ohio. Entro otros cargos, es el actual presidente del comité internacional de la Sociedad de Neurología Pediátrica de Estados Unidos (CNS).
Existe una serie de comorbilidades (otros trastornos que también se presentan junto con el trastorno primario) altamente prevalentes en personas TEA. Hasta hace algún tiempo, no se diagnosticaban como otros trastornos comórbidos, sino que se pensaba que formaban parte del propio trastornos. Estas comorbilidades son:
- TDAH
- TOC
- Depresión
- Autoagresión
En cuanto al TDAH, los niños con ambos diagnósticos, TEA+TDAH, tienen un déficit más severo en cuanto a sus características autistas, comportamientos desadaptativos y memoria de trabajo. En cuanto a los adultos con ambos trastornos, pueden presentar más desórdenes bipolares, trastornos de ansiedad y personalidad.
Por otro lado, separar los síntomas de ansiedad y TOC de los relacionados estrictamente con el TEA es muy difícil. No obstante, los tipos de ansiedad presentes con lo mismos que los observados en la población general: trastorno de ansiedad generalizado, fobia social, ansiedad por separación y TOC. El TOC es de los más frecuentes y, sobre todo, se muestran compulsiones relacionadas con el trato con otras personas, como repetir preguntas. Las fobias también son más que frecuentes.
En el caso de la depresión, existe un aumento de ésta en el paso de la adolescencia a la vida adulta, estabilizándose durante este periodo. El riesgo de depresión aumenta con el incremento de la capacidad cognitiva.
El comportamiento autoagresivo también es muy común en TEA, siendo más frecuente en niños con déficit intelectual severo y/o problemas de comunicación. Se cree que este tipo de comportamiento se debe a una reacción ante estímulos externos que provocan malestar o ante el dolor. Una de las formas de autoagresión más común es la de golpearse la cabeza contra una superficie.
Pero, ¿qué pasa con la epilepsia y el autismo? En este caso, hablamos de dos desórdenes separados, pero parecen estar interconectados. De hecho hay una alta incidencia de epilepsia en niños TEA, apareciendo también síntomas TEA en niños con epilepsia. Se ha visto que la ocurrencia de epilepsia en niños TEA se incrementa en la adolescencia.
El síndrome de Landau Kleffner es uno de los diagnósticos que pueden confundirse con un TEA con irregularidades en el EEG. En este síndrome, aparece una disrupción marcada en el área del lenguaje, que no es tan severa en un niño con TEA. La regresión en el lenguaje aparece generalmente a los 3 años, mientras que el autismo suele aparecer a los 2 años.
El ponente recomienda, en cuanto a tratamiento, los recomendaciones prácticas del Autism Speaks Autism Treatment Network.