viernes, 26 de noviembre de 2021

Los ganglios basales y los procesos cognitivos

Sin duda, los ganglios basales son mi parte favorita del cerebro. En un principio, fueron catalogados como un centro motor primario, pero se empezó a pensar que aunque parece que no median en la función cognitiva de forma directa, sí que juegan claramente un papel regulador. Es decir, que podrían mejorar una función cognitiva mientras suprimen una actividad que entre en competencia. Pero en el fondo, parece haber muchos más. Os remito a una entrada anterior de este blog para conocer más la anatomía de los ganglios basales: Los ganglios basales y su importancia en el control del movimiento: síndromes y enfermedades relacionados

Es conocida la implicación de los ganglios basales en síndromes con cursan con tics, como el síndrome de Tourette y otros desórdenes de movimiento como el Parkinson o el Huntington. Si nos paramos a revisar, vemos que estos síndromes cursan también con alteraciones cognitivas. 



A través de diversos estudios en lesiones de los ganglios basales y síndromes en los que están afectados, se ha visto que están implicados también en procesos como la memoria, el aprendizaje, el lenguaje y el procesamiento visoespacial. De hecho, las lesiones en los ganglios basales producen un patrón de deterioro neurológico muy parecido al que ocurre por lesiones en el lóbulo frontal: alteraciones de la conducta, falta de motivación, problemas de lenguaje, aprendizaje verbal y cálculo. Todo esto pone de manifiesto la estrecha relación que existe entre el lóbulo frontal y los ganglios basales, de manera que el daño en unos u otro conduce a un importante deterioro cognitivo. Por ejemplo, la corteza prefrontal dorsolateral está implicada en la memoria de trabajo espacial y en la planificación de la conducta futura.  Los ganglios basales conectan con las neuronas talámicas que inervan esta zona de la corteza prefrontal, por lo que también estaría implicado en este proceso. Los daños en los ganglios basales también conducen a un desequilibrio que afecta a la capacidad de reprimir procesos cognitivos no deseados, lo que está relacionado con ciertos síntomas de la esquizofrenia o el TOC. Incluso se piensa que podrían estar implicados en el TEA.

Bibliografía:

Deus, J., Pujol, J., & Espert, R. (1996). Memoria y Ganglios basales: una revisión teórica. Psicología Conductual4(3), 337-361.

Middleton, F. A., & Strick, P. L. (1994). Anatomical evidence for cerebellar and basal ganglia involvement in higher cognitive function. Science266(5184), 458-461.

Morgan, J., Baron, I. and Ricker, J., 2011. Casebook of clinical neuropsychology. New York: Oxford University Press.