En este post vamos a comentar el trabajo de Ganos, Al-Fatly, Kühn y Horn de la Unidad de Desórdenes de movimiento y Neuromodulación del Hospital Universitario Charité de Berlín, junto con la colaboración de colegas de departamentos asociados de otros prestigiosos hospitales universitarios (nótese que ninguno español), publicado este mismo año 2022, en el que consiguieron delimitar una red neuronal responsable de los tics, adquirido a partir de resonancias magnéticas de al menos 1000 pacientes y a través de mapas obtenidos gracias a la técnica de estimulación cerebral profunda (DBS).
El desorden de
tics podría considerarse como una conectopatía o circuitopatía, ya que el daño
no se produce en una zona específica, sino que afecta a una red neuronal. Tenemos
una red neuronal que implica al córtex, ganglios basales, tálamo, corteza
insular y corteza cingulada anterior. Este estudio ha puesto de manifiesto que
el claustro (o los claustros, porque hay uno por hemisferio) también están
implicados en este desorden, aunque, en principio, no se sabe muy bien cuál es
su función. Se trata de estructuras diseminadas que se encuentran bajo la
corteza insular, más o menos sobre los oídos. Están muy relacionados con el
sistema límbico, que es la parte emocional del cerebro. También encontraron una
subregión del cuerpo estriado anterior con alta especificidad para los tics.
Esta red podría ser objetivo de tratamiento por estimulación cerebral profunda (DBS). Los autores pudieron ver resultados positivos aplicando este tratamiento a personas que padecían tics después de haber sufrido lesiones cerebrales.
Para saber más:
Ganos, C.,
Al-Fatly, B., Fischer, J., Baldermann, J., Hennen, C., & Visser-Vandewalle,
V. et al. (2022). A neural network for tics: insights from causal brain lesions and deep
brain stimulation. Brain. doi: 10.1093/brain/awac009
No hay comentarios:
Publicar un comentario