Cortesía Dra. Claudia Arberas, Jefe sección Genética Médica,
Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez (Buenos Aires). De su
Un estudio publicado en la revista Current Biology por un equipo de la Universidad de Vanderbilt (Tennessee), sostiene que monitorizar los relojes biológicos podría ser la manera más rápida para determinar si los tratamientos experimentales actuales son efectivos. Estos tratamientos tratan de activar la copia paterna del gen UBE3A. Uno de estos tratamientos se basa en el uso de Topotecan, que es un anticancerígeno. Se trata de un inhibidor de la topoisomerasa I. Las topoisomerasas se encargan de mantener la estructura del ADN, es decir, que enrollan y desenrrollan el ADN para la replicación de éste. La topoisomerasa I corta sólo una de las hebras. Otro de los tratamientos implica la síntesis de un pequeño ADN (oligonucleótido) contrasentido que pueda activar la copia paterna.
El reloj biológico de los pacientes de Angelman es muy sensible a los cambios ambientales, de ahí sus desórdenes del sueño. Por lo tanto, la normalización de los ritmos circadianos sería una señal de que el tratamiento estaría funcionando.
Vanderbilt University. (2015, February 9). "Circadian clock-Angelman syndrome link established ." Medical News Today. Retrieved from
http://www.medicalnewstoday.com/releases/289086.php.
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